Tanto en Europa como en Sudamérica se han registrado aumentos de pacientes con síntomas de infarto a la hora crucial de su Selección de fútbol o del equipo de sus amores ¿Cómo evitar en Chile el riesgo de generar complicaciones al corazón durante el próximo encuentro contra Venezuela?

Las Eliminatorias sudamericanas están que arden, y este jueves se jugará la última estación de la triple jornada, donde los dirigidos por Martín Lasarte dejarán la vida para obtener un triunfo ante Venezuela. Los tres puntos obtenidos ante Paraguay renovaron las esperanzas de los hinchas chilenos, por lo que la ansiedad, la tensión y emoción abundan en el ambiente. Tanto que podría, incluso, provocar complicaciones cardiacas e infartos.

Al igual que “Tano Pasman”, hincha argentino que inmortalizó el descontrol ante un partido de fútbol, la fanaticada chilena estará con los nervios de punta ante el compromiso de “la Roja”. Es por esto que expertos en enfermedades cardiovasculares ponen énfasis en el manejo del estrés y la ansiedad que podrían traer problemas a la salud.

Una investigación realizada por científicos alemanes, y publicada en el European Heart Journal, demostró que el estrés emocional causado por los grandes eventos de fútbol está asociado con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, tales como síndromes coronarios agudos, arritmias sintomáticas y eventos cerebrovasculares. Para llegar a esta conclusión, los científicos leyeron las señales eléctricas del corazón de hinchas durante los encuentros cruciales de la Copa del Mundo del 2018. Por otro lado, un estudio realizado en Inglaterra evidenció que el día que la Selección inglesa quedó eliminada ante Argentina, en 1998, la cantidad de pacientes con síntomas de infarto aumentó en un 25%.  

Otro ejemplo se conoció en Uruguay, en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010. La “infartante” tanda de penales, y la definición de Sebastián Abreu desde los 12 pasos ante Ghana generó una serie de eventos cardiovasculares en el país charrúa. Tanto así, que se  acuñó el término del “Síndrome de Abreu” al aumento de eventos cardiovasculares durante un partido de fútbol en dicha nación.

Si aplicamos estos resultados al caso chileno, nuestra población no es saludable desde la perspectiva cardiovascular. La última entrega de la Encuesta Nacional de Salud evidenció que el 41% de los chilenos mayores de 18 años tiene síndrome metabólico, que corresponde a una combinación de factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedades coronarias. De esta misma encuesta se desprende que el 49% de los chilenos mayores de 18 años tiene un riesgo cardiovascular moderado o alto, lo que nos pone dentro de los países con mayor riesgo de esta patología a nivel mundial.

“Los chilenos somos vulnerables a enfermedades cardiovasculares y situaciones estresantes como un terremoto, un accidente o un partido de fútbol. Estos factores pueden gatillar descompensaciones agudas que pueden derivar en un infarto agudo al miocardio”, explica Marcelo Andía, director alterno del Núcleo Milenio Cardio MR y académico de la Universidad Católica.

Ante una situación de estrés aumenta la producción de hormonas como el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina. “Estas dos últimas, por distintos mecanismos, pueden aumentar el riesgo de infarto, y en particular pueden modifican el nivel de contracción y relajación de las arterias coronarias, que son las que producen los infartos al corazón”, detalla Gonzalo Martínez, cardiólogo de la Red de salud UC Christus e investigador del Núcleo Milenio Cardio MR.

Además, el investigador agrega que ante un cuadro de alta tensión, también aumentan la actividad de las plaquetas, que son las células que circulan por la sangre y que promueven la formación de trombos, que muchas veces causan infartos. Eso sí, al mismo tiempo el Dr. Martínez pone la calma y aclara que si bien esto puede ocurrir, es raro que en un estadio donde hay miles de personas, una se infarte mientras ve el partido. “Pero en grandes eventos poblacionales, donde los partidos son transmitidos por televisión a millones de personas, uno puede encontrar diferencias entre los periodos de partido, versus los partidos donde no hay partidos”, aseveró el investigador.

A todos se nos ha acelerado el corazón por una buena noticia, pero también se nos acelera cuando nos enojamos o nos asustamos. “Las emociones son las interpretaciones que hace nuestro cerebro a eventos externos y nos prepara para reaccionar rápido, por eso se acelera el corazón, se dilatan las pupilas y nuestros músculos pueden responder más rápido. Todo eso es un buen mecanismo de adaptación si nuestro cuerpo está sano, pero si nuestro cuerpo está enfermo, esta respuesta puede ser perjudicial”, detalló el académico, Marcelo Andía.

En 2018 llamó la atención que una de las finales más infartantes del fútbol fuera relatada a través de una radio “apta para cardíacos”. El 9 de diciembre, cuando Boca Juniors y River Plate disputaron el partido de vuelta de la final de Copa Libertadores, jugado excepcionalmente en Madrid, una emisora de Uruguay relató el encuentro con voces relajadas y música clásica de fondo. Todo esto, para que las personas con problemas al corazón no tuvieran problemas al escuchar el partido que coronó a los “millonarios” en ese año.

Ahora bien, lo que afirman los investigadores consultados es que el estrés y la ansiedad que se genera en un partido de fútbol se puede producir también por múltiples factores, muchos de ellos difíciles de evitar.

Sigue siendo la mejor manera de prevenir eventos cardiovasculares, según afirman, el control adecuado de aquellos factores que podemos modificar. Y esos factores de riesgo debemos repetirlos y tenerlos en consideración para disminuir la tasa de infartos en la población. Estos son la presencia de hipertensión arterial, el colesterol alto, diabetes, tabaquismo, obesidad y sedentarismo. “Tratar de mejorar esas condiciones es la mejor manera que contamos para poder evitar que estas otras situaciones que suman a un evento estresante terminan desencadenando un infarto que es susceptible”, concluye el Dr. Martínez.