Más allá de que no había nada en juego para Chile —eliminada hace ya varias fechas—, la Roja mostró una cara distinta a la que se vio durante gran parte de las Eliminatorias. Sin embargo, el cambio no alcanzó.
El equipo dirigido interinamente por Nicolás Córdova mostró entusiasmo e intención, pero la jerarquía de Brasil impuso orden rápidamente en el Estadio Maracaná, dejando en evidencia la distancia entre un clasificado al Mundial 2026 y el actual colista de Sudamérica.
El planteamiento de Córdova fue claro: resistir lo más posible, intentar controlar el balón en ciertos tramos y buscar el gol a través de la pelota detenida o el contragolpe.
Y si bien Chile logró generar algunas ocasiones —con Ben Brereton y Lucas Cepeda como protagonistas—, la más clara fue un centro de Vicente Pizarro que Paulo Díaz conectó de cabeza, obligando a una gran atajada de Alisson. Pero no fue suficiente.
Brasil abrió la cuenta a los 38 minutos tras una buena combinación por la izquierda entre Raphinha y Joao Pedro. Su remate fue contenido a medias por Lawrence Vigouroux —uno de los pocos puntos altos de Chile— y el rebote fue aprovechado por Estevao para el 1-0.
En la segunda mitad, dos errores consecutivos de Paulo Díaz permitieron las arremetidas de Luiz Henrique, quien asistió para que Lucas Paquetá (72’) y Bruno Guimarães (76’) sellaran el 3-0 definitivo. Una película repetida para la Roja.
Con este resultado, Brasil se afirma como el segundo mejor equipo del continente con 28 puntos, asegurando su presencia en el Mundial. En cambio, Chile queda último en la tabla con apenas 12 unidades, cerrando un proceso para el olvido.
