Fallamos en la primera fecha de la Copa Libertadores, en nuestra casa, eso dolió, lo sé.
Esta vez nos enfrentamos a un rival que quizás no es temido, un equipo de menor envergadura, pero con condiciones de temer sin duda; de visita, en la altura de La Paz que lo quieran o no, es un factor a considerar, incluso a la mayoría de los clubes brasileños o argentinos se les hace complejo rescatar un punto jugando así. Colo-Colo hizo un partido inteligente, se retrasó y esperó.
Por otra parte el Bolívar, si bien han hecho buenas campañas en este tipo de torneos anteriormente, esta vez sorprendió el poco poder ofensivo, las pocas ganas que se vieron dentro de la cancha. Dentro de todo los albos no pasaron mayores problemas, el elenco boliviano, mostró ser un equipo débil, que no se hizo fuerte en la altura.
Para mí es un punto meritorio, podrían haber sido los tres puntos sí, claro que se podía. Pero así es el fútbol, por más que el señor Darío Herrera (árbitro), se haya equivocado al cobrar un penal inexistente que nos dolió en el alma. Pero esto va más allá, no podemos quedarnos en reclamos cuando las cosas ya están hechas. Se extrañó el VAR escuché por ahí, en su momento, debo decirles que también lo extrañé.
Cuando nos pusimos en desventaja con ese penal y cuando nos estábamos quedando sin oxígeno, aparece nuevamente como un héroe, Raúl Octavio Rivero, para devolvernos a la vida con un golazo en el minuto 42, que dejó el marcador igualado. Luego de esto Colo-colo se refugió, para mantener ese resultado.
Quiero quedarme con el sacrificio de mi equipo, lo dieron todo y no me cabe duda, la línea de tres, tanto Insaurralde, Barroso y Zaldivia hicieron un trabajo impecable; además destacar el medio campo, Carmona, Baeza que corrieron todo el partido, sobre todo este último me sorprendió el despliegue físico que mostró en el compromiso.
Para qué decir Rivero, sin duda alguna la figura del partido, no es la primera vez que nos sorprende, solo queda agradecer una vez más por su entrega.
Muchos dirán que fallamos, pero no, nos aferramos a ese punto de oro, no es mediocridad, es realismo. Este punto un tanto criticado puede darnos finalmente la clasificación, así que no nos equivoquemos colocolinos. Una vez más demostramos que estamos para grandes cosas, defendimos como perros y cumplimos la tarea, eso es garra, eso es corazón, eso es Colo-colo.