Veníamos de haberle ganado a la UC siendo superiores en todo momento, con un penal dudoso, discutible, confuso, pero jugando mejor.

Los hinchas estaban motivados y esperanzados de que su equipo hiciera bien la pega en el partido de Copa Libertadores que se le aproximaba ante sin duda, el rival más débil del grupo, los ecuatorianos de Delfín. Colo-Colo y nosotros, la hinchada estábamos convencidos de que estos tres puntos se quedaban en casa, era lo que necesitábamos para nuestra tranquilidad.

Entramos al Monumental esperando ver triunfar al cacique, porque si bien el precio de las entradas me parece algo desmedido, para un equipo que es del pueblo. Ver ganar a Colo-Colo en un torneo internacional, no tiene precio y es por eso que olvidamos todo cuando estamos frente a la cancha y celebramos los goles de nuestro equipo, es ahí cuando todo tiene sentido.

Pero esta vez, no fue el caso, nos encontramos con un equipo débil, sin actitud, sin ideas, con mayor posesión de balón, pero con cero efectividad, esa efectividad que sí tuvo Delfín para liquidar el partido en el momento preciso.

Creo que es momento de decir basta, hasta cuando seguimos deteriorando nuestro club, yo ahora lo que veo en cada partido de la Libertadores, no es Colo-Colo. No veo a mi equipo, no veo las ganas, no veo garra, no veo pasión, no veo amor. El cacique permitió que un equipo que hasta el año 2014 se encontraba en la tercera división de Ecuador, con poca historia, le ganara al equipo más grande de Chile en el certamen más importante del continente, en donde, la visita estaban como debutantes.

Esto es realmente preocupante siento que Colo-Colo se está cayendo a pedazos, lo del pasado jueves fue doloroso y vergonzoso, pero discrepo con los hinchas que se retiran antes del estadio o que en lugar de seguir cantando, fueron a increpar a Pablo Guede, entiendo su rabia, su pena, pero hay que seguir alentando.

Con esto no estoy defendiendo al técnico de Colo-Colo, creo que no está a la altura de un club tan grande como el nuestro, que se escondió en la banca, en lugar de ponerle el pecho a las balas.

Sin embargo solo creo que es uno de los culpables del momento que actualmente pasan los albos, esto va más allá de eso. Hay un cáncer que está matando lentamente nuestro club y todos nosotros lo sabemos.

Quiero pensar con la mente abierta quiero citar un tuit, que sin duda me representa, “fue decepcionante e inesperado, todos estamos con mucha bronca, pero falta y se puede clasificar, ahora más que nunca, aunque cueste, hay que bancar.

Colo Colo necesita de ustedes, se podrán burlar, pero para igualar nuestra historia, van a tener que comprar una máquina del tiempo”, es lo que escribió uno de mis ídolos, Marcelo Barticciotto después del partido que nos dejó como colistas en el grupo de la Libertadores. Eso es lo que quiero transmitir a los hinchas, no a los chaqueteros, sino que a los verdaderos. Amo a este club y eso no dejará de ser así por una derrota.

Para muchos esto fue el principio del fin, para mí quedan tres finales donde quiero ver a Colo-Colo mojando la camiseta como nunca.