Tres horas y cuarto de viaje. Ni el más largo, ni el más corto. Pero el primero del 2018.
Viajar a ver a Católica es algo que me encanta y que hago cada vez que puedo.
Un domingo de febrero, un par de accidentes y una ruta 5 sur colapsada de autos volviendo a la capital, convirtieron el viaje en uno de cuatro horas. Para el pitazo inicial estábamos recién entrando a Curicó.
Entramos al estadio antes de los primeros 15 minutos del encuentro. Curicó llegaba más, luego tomo el control de la pelota la UC. Penal, Aued y el 0-1. Llanos, porfiado, logra su gol terminando la primera parte. 0-2. Comenzando el segundo tiempo Martín Cortes, descuenta para los locales y el 1-3 definitivo lo marca German Lanaro de cabeza a los 67’.
El partido fue bueno. Católica aun pierde muchas pelotas por falta de precisión y eso debería ir mejorando fecha a fecha. Llanos tenía muchas ganas de marcar y lo hizo. Bolados jugó solo 8 minutos, pero su actitud estuvo a la altura. A ratos la UC mostro buen fútbol.
La hinchada
Barra brava de nuestro país. Es sabido. Los Marginales hoy se ubican en tribuna andes del Estadio La Granja; es el único sector que no se llenó del recinto. Fama de peligrosos, cierto. Antes que todo, una hinchada fiel.
La banda sangre se siente en Curicó y la ciudad, es una ciudad futbolera. Los hinchas de todos los sectores son muy apasionados, NADIE se fue antes de que el arbitro finalizara el partido y a pesar del resultado adverso el público alentó a sus jugadores en cada ataque, que no fueron pocos, del Curi-Curi.
Levantándolos en cada error, alentándolos a un nuevo intento. Los curicanos no dejaron de luchar desde la galería, tal como lo hacían los jugadores dentro de la cancha. Cada intento fallido por acercarse al descuento ilusionaba a los miles que desde las gradas gozaban de ver a su equipo en la cancha.
Los Cruzados tampoco se quedaron atrás. El codo disponible para los capitalinos estaba repleto. La hinchada; que se ilusiona con esta UC más pragmática, que con menos vértigo que la de Mario Salas, lleva 6 de 6 puntos; estuvo alentando el partido completo. Demostrándole al plantel que una vez más la fe esta intacta.